Páginas

jueves, 19 de julio de 2012

Eugenesia: Un paso en falso de Aldous Huxley

Dentro de cualquier nación cuyo promedio de nacimientos esté declinando, hay una tendencia a que la declinación sea más rápida entre los más dotados miembros de la población y más lenta entre aquellos cuya dote hereditaria y de instrucción es más baja. Cuanto más alto es el cociente de inteligencia, menor es la familia; y viceversa. La futura población de Europa occidental y América del Norte estará constituida, mayormente, por los descendientes de las personas menos inteligentes que viven ahora en esas regiones.
Aldous Huxley, Temas y variaciones, p. 208

Yo no sé lo que sea ese famoso "coeficiente de inteligencia", pero para mí, "los más dotados miembros de la población" no son los más inteligentes, sino los más buenos, y éstos sí se reproducen con mayor facilidad que los malos (las familias pobres son siempre más prolíficas que las ricas). Esto desvirtúa la idea que tenía mi amigo Huxley acerca de la posible canallización futura del Primer Mundo, idea falsa por basarse en la también falsa premisa que dice que cuanto mayor coeficiente de inteligencia ostente uno, más bueno es. La intención de aprobar un tipo así de eugenesia que se desliza en este poco feliz ensayo de Aldo es francamente despreciable y va en contra de los ideales de libertad que sé que el autor tenía. Porque del preocuparse por la baja performance sexual de los "instruidos" al preocuparse por la excesiva fertilidad de los "ignorantes" hay un solo paso, y si la eugenesia es, como en la China de hoy, el arte de prohibirles a las mujeres pobres que tengan tantos hijos como deseen, mutilándoles los genitales si no obedecen la orden del todopoderoso Estado, entonces la eugenesia, en vez de mejorar las sociedades, las putrifica. Huxley repara en esto varias páginas más adelante cuando dice, desde la 223, que

aquí un breve paréntesis se impone. En este asunto de la población estamos en medio de un dilema. Porque lo que es bueno para nosotros en un orden, es malo en el otro; y lo que es malo por un lado, por otro lado es bueno. Biológica e históricamente hablando, la familia grande es más normal que la pequeña. Una mujer que ha dado a luz 56 criaturas está "más cerca de la naturaleza" que una que ha restringido artificialmente el número a uno o dos. En los países en donde losnacimientos han declinado rápidamente, ha habido en los últimos cuarenta años un gran aumento en la neurosis y aun en la insania. En parte, este incremento se atribuye a la industrialización y a la urbanización, que, en los tiempos modernos, han estado invariablemente asociadas con una declinación en las nacimientos; en otra parte, aquel control en el nacimiento ha creado normas de vida sexual y familiar que son, en cierto modo, muy poco satisfactorias tanto para los adultos como para la criaturas. Dondequiera que la conducta biológicamente normal ha sido sacrificada en aras de la civilización moderna, tendemos a ajustarnos mal y también a desequilibrarnos. Pero donde las normas de conducta biológica no han sido sacrificadas a la civilización moderna, nos encontramos cada vez más hambrientos, menos libres y en un peligro mayor de estar envueltos en una guerra o en una revolución. ¿En cuál de estos dos cuernos deseamos ser clavados? Para mi manera de pensar, el primero es el menos malo.

¡No, no y no! El hambre, la esclavitud, las guerras y las revoluciones políticas pasan; la insania, en cambio, queda. En una civilización, el orate, y sobre todo el orate socialmente adaptado, típico del Primer Mundo, es un veneno con un efecto residual mucho mayor que cualquier otro tóxico, como el hambre y los demás citados, que se ocupan de perjudicar el exterior del hombre y no tanto su carácter.

1 comentario:

  1. interesante visión, ¿la pifió Huxley con su elección o a alguien le sirve que la población sea cada vez menos inteligente? quizás ya hayan dado un paso y ahora solo les falte controlar la cantidad...

    ResponderEliminar