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sábado, 24 de mayo de 2014

El desdén de Tolstoi por la ciencia

El porqué de la desdeñosa impresión que de la ciencia tenía Tolstoi queda explicitado con esta sentencia: "Si el cerebro está ocupado con conocimientos científicos, no hay lugar en él para el conocimiento religioso y moral. Eso explica la falta de religiosidad de nuestras clases superiores" (Diarios, 8/11/1907). Hay cierta realidad en esto, pero no se da en todos los casos ni mucho menos. Decía Francis Bacon: "Un poco de filosofía inclina la mente del hombre al ateísmo, pero profundizar en la filosofía la conduce a la religión"; yo entiendo que este gran sintagma no pierde nada de su certeza intrínseca si remplazamos la palabra filosofía por la palabra ciencia.
Equiparaba Tolstoi, o poco menos, a la ciencia con los adelantos tecnológicos y con los inventos, y por eso suponía que la ciencia era contraproducente, porque entendía que ese tipo de progreso nos adormecía el afán de progresar moralmente:

Fui al teatro con las niñas [...] y, de regreso, ellas se pusieron a hablar de los progresos materiales que habrá dentro de poco, como la electricidad y etcétera. Sentí lástima por ellas y comencé a decirles que espero y sueño, y no solo sueño, sino que lucho por un progreso distinto, el único importante --no la electricidad ni poder volar por los aires, sino por el progreso de la hermandad, de la unión, del amor, de la instauración del Reino de Dios en la Tierra. Lo comprendieron, y entonces les dije que la vida consiste únicamente en servir al acercamiento, a la realización de este Reino de Dios. [...] Hoy leí además los sueños de no sé qué americano que decía lo bien que estarán hechas las calles, las carreteras, etcétera, en el año 2000; estos científicos dementes ignoran de la manera más absoluta en qué consiste el progreso (ibíd., 25/4/1895).

En primer lugar digamos que la ciencia, sensu stricto, no trata de tecnologías o adelantos tecnológicos, sino de leyes físicas. Descubrir estas leyes es su auténtica tarea, lo demás es completamente secundario y no compete al científico como tal, sino al técnico que utiliza los descubrimientos del científico. Por eso valoro yo a quien se acerca al conocimiento científico no por los adelantos materiales que este conocimiento pudiera proporcionar, sino por el conocimiento mismo de los fenómenos naturales que la ciencia otorga. Conozco gente que se desespera por adquirir cada elemento de consumo de última generación que, por intermediación de la ciencia, se inventa día tras día, pero es justamente ésta la gente que menos se interesa por la ciencia en sí, la gente que menos ama el mundo del conocimiento. En contraposición, existe gente que no se interesa en lo más mínimo por adquirir estos artículos de última generación, pero que se interesa fanáticamente por adquirir el conocimiento del principio rector que hizo posible la existencia de tal artículo. Esta es la gente que está a favor del progreso de la ciencia no por lo que la ciencia le dará de mamar materialmente, sino intelectualmente. Éstos agradecerán al progreso científico el haberles acercado la teoría de la relatividad; los otros, se pondrán locos de contentos al saber que ahora existen los pañales descartables.

Por último, hay que aclarar que si bien el progreso científico y el progreso moral no tienen nada que ver el uno con el otro, no creo que sea verdad lo que suponía Tolstoi, que el uno conspira contra el otro. El progreso científico puede darse o no acompañado del progreso moral, y lo mismo para la total ignorancia en materia de ciencias. Pero una cosa es segura: el día en que la ética nos penetre por cada uno de nuestros poros, nuestra misión de auxiliar al necesitado contará con una infinidad de nuevas herramientas si hemos sabido atesorar en nuestro espíritu, además del conocimiento moral, el conocimiento científico.

2 comentarios:

  1. Tolstoi era un escritor y realmente uno excelente,
    pero no un filósofo;
    su opinión fue vertida con las limitaciones propias,
    de aquel que solo puede y quiere ver,
    lo que existe en su parcela.

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    1. Tampoco creo yo que Tolstoi haya sido un filósofo, pero definitivamente ha sido un gran pensador además de un gran escritor. No lo demuestra aquí, cuando habla respecto de las ciencias, pero en otros campos ha pensado mucho mejor que otros que se la dan de filósofos y que no han llegado a pisarle los talones al gran Conde.

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