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jueves, 27 de septiembre de 2012

La concepción materialista de la historia


 El marxismo es la máxima forma de la patología mental.
 Antonio Vallejo-Nájera, La locura y la guerra

No, los rojos no estaban locos como lo suponía el psiquiatra de Franco, simplemente adolecían de algunas deficiencias lógicas a causa de su espíritu dogmático. Una de estas deficiencias, la que a mí personalmente más me perturba o me sorprende, es aquella que afirma que las diferentes sociedades, y las diferentes personas que en las sociedades habitan, se determinan pura y exclusivamente, o por lo menos mayormente, a través de los diferentes factores económicos que las atraviesan. No sé si Marx lo ha expresado de este modo en alguno de sus escritos, pero sus herederos intelectuales así lo dan a entender, y este no es un buen comienzo para arrancar con la explicación de una teoría que se supone científica. No creo, pues, en la concepción materialista de la historia. ¿Y por qué no creo?  Bueno..., podría explicar este por qué yo mismo, pero mejor lo dejo, una vez más, a Pío Baroja, que tiene para este asunto una respuesta concisa, hiperlógica y, como me tiene acostumbrado, maravillosamente redactada:  

   La concepción materialista de la historia no tiene valor. Decir que sólo los hechos económicos y la vida material determinan y dan carácter al mundo, es una idea primaria de estudiante. La historia no se explica sólo por intereses materiales. Si los motivos históricos estuviesen ya completamente aclarados, como la vida cambia poco o no cambia nada en cientos y hasta en miles de años, se conocería ya su mecanismo. Además de los motivos económicos, hay los motivos étnicos, psicológicos, religiosos y morales. ¡Qué duda cabe que el descubrimiento de la máquina de vapor, de la dínamo eléctrica, del motor de explosión, han influido en la vida humana! Pero también es evidente que las ideas o las teorías han influido en la inteligencia de los inventores y en sus creaciones. Saber qué es lo anterior, si lo material o lo espiritual en la vida, es como afirmar que el huevo es anterior a la gallina o la gallina al huevo (Pío Baroja, Comunistas, judíos y demás ralea, p. 37).

También critica Baroja el concepto de plusvalía, otro de los grandes pilares del marxismo; pero aquí ya no estoy tan de acuerdo con la crítica. De todos modos, no tengo una posición tomada lo suficientemente firme como para meterme a criticar la plusvalía o a criticar a quienes la critican. Como lo insinué en mi anterior entrada, las relaciones económicas no son mi fuerte...

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