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viernes, 26 de julio de 2019

Las razones de la ética


“Predicar moral es fácil; fundamentarla, difícil”: así comienza Sobre el fundamento de la moral, uno de los mejores ensayos de Schopenhauer. Wittgenstein se mofa de esta frase y la distorsiona: “Predicar moral es difícil; fundamentarla, imposible” (L. Wittgenstein, Schriften, citado por Isidoro Reguera en El feliz absurdo de la ética, p. 15). Wittgenstein daba prioridad a los hechos y desdeñaba las especulaciones. Pues bien, que la prédica de la moral es cosa de lo más sencilla lo sabemos todos los que alguna vez hemos asistido a una misa, de manera que la afirmación de Wittgenstein respecto de que es difícil no se corresponde con la realidad. La otra afirmación, la de la fundamentación, el más problemática, pero de todos modos me quedo con el aserto Schopenhauer y con su imperfecta fundamentación basada en el sentimiento compasivo.
Después arremete contra la moral religiosa: “La religión dice: ¡haz estol!, ¡piensa así!, pero no puede fundamentarlo; y si lo intenta se descuerna porque para cada razón que aduzca hay otra contraria tan válida” (op. cit., p. 15). Pero entonces ¿por qué se sentía culpable de su homosexualidad y se consideraba un pecador, siendo que, según su filosofía, existen razones éticas tan válidas para ser homosexual como para dejar de serlo?

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