Todo cuerpo es una vida
sentiente. El cuerpo es la parte más grosera y el espíritu la más sutil de una misma
cosa; el cuerpo no es más que el espíritu fijo y condensado, y el espíritu
nada más que el cuerpo volátil y sutilizado.
Anne Conway, Principios
de la más antigua y moderna filosofía
La realidad, para Conway, es espiritual, pero la extensión es también
inherente a esta realidad, de suerte que, con la excepción de Dios, no puede
haber espíritus que no presenten su ingrediente de materia:
La actividad de los
espíritus emanados de Dios ha de ejercerse extensionalmente por razón de su
mutabilidad y limitación; todo espíritu creado, para ser activo, ha de ser él
mismo extenso y denso en alguna medida o grado. Sólo Dios es espíritu
radicalmente inextenso por ser inmutable. De manera que existe
en la naturaleza de las cosas producidas lo que podríamos llamar «PRINCIPIO DE
SUTILIZACION RECURSIVA ASINTÓTICA», que es un principio de continuidad metafísica,
según el cual todo espíritu creado puede ascender y descender gradualmente en
la escala sutilización/densificación, sin llegar nunca al grado infinito de
sutileza, que es solo Dios, ni al grado cero de sutileza —o infinito de
densidad—, ya que de la materia muerta o no-ser no hay ejemplar infinito (Bernardino Orio de Miguel, “Lady Conway. Entre los platónicos de
Cambridge y Leibniz”).
Sostenía Conway que cuanto más sutil y
etéreo es un espíritu, menos materia posee y viceversa. De aquí deduzco que una
persona que pesando setenta kilos, al cabo de algunos días de ayuno pierde,
digamos, unos quince kilos, es una persona que, con toda probabilidad, ha
ganado espiritualidad: cuanto menos masa, más nobleza. Yo he podido comprobar
esto —no de manera científica desde luego, pero igual lo considero una
comprobación— durante mis ayunos de otrora, a través de los cuales, conforme
mis carnes se enmagrecían, mi espíritu se ensanchaba y mis apetitos más bajos
perdían vuelo. Ahora me sucede lo contrario: voy al gimnasio con la intención
de ganar masa muscular, y si la gano, mi espiritualidad se reduce y mis
apetitos más innobles se acrecientan. Un santo gordo, un musculoso altruista,
es una contradictio in adjecto.
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