La hipótesis comunista continúa siendo la buena
hipótesis, no veo ninguna otra. Si tenemos que abandonar esta hipótesis, ya no
vale la pena hacer nada en absoluto en el campo de la acción colectiva. Sin el
horizonte del comunismo, sin esta Idea, no hay nada en el devenir histórico y
político que tenga algún interés para un filósofo.
Alain Badiou, ¿Qué representa el nombre de Sarkozy?
Hoy se cumplen 54 años del comienzo de la revolución política más
pintoresca e idealista del siglo XX. La mayoría de los periódicos de Buenos
Aires hacen un balance negativo de dicho episodio. El diario La Nación , por ejemplo,
afirma en la tapa del suplemento "Enfoques" del 28/12/8 que
"tras medio siglo de gobierno castrista, sin rumbo político y acosada por
la pobreza, la falta de desarrollo y la censura, Cuba está hoy lejos de haber
cumplido con las promesas de la revolución". Quieren los dueños de estos
periódicos que Cuba elimine los totalitarismos e ingrese a la sana democracia
titiriteada por Norteamérica tal como es el caso de casi todos los demás países
del continente. Se fomentarían entonces en esta isla caribeña, para regocijo de
los amantes del capitalismo bien entendido, vastos planes de analfabetización
general comparables a los que implementan otros grandes referentes de la
región, y se procuraría que las tasas de mortalidad infantil alcancen, por lo
menos, el nivel que ostentan en los países pioneros de Latinoamérica como
Brasil o la Argentina. Por
último, el tema de los hospitales públicos: es hora ya de que comiencen a
funcionar mal y a discriminar a la gente que se acerca a ellos, priorizando la
atención de los políticos y periodistas extranjeros que buscan poner fin a sus
dolencias en esas latitudes por no confiar en los establecimientos médicos de
su zona de influencia.
Pero supongamos que sí, que la revolución cubana fracasó. ¿Habrá sido
que fracasó porque la idea central que la cruzaba del comienzo al fin era
descabellada, inmoral o errónea? No me parece. Si fracasó, fracasó como fracasa
un hombre que quiere respirar mientras otros energúmenos más corpulentos le
tapan la nariz y la boca con sus manos. Le han bloqueado las vías respiratorias
y ha fallecido; es asesinato, no fracaso. ¡Y todo por querer respirar un poco
de aire puro!
Había en Latinoamérica, tierra de ovejas negras, una
ovejita gris que se paseaba con alegría y cadencia por entre sus compañeras,
que la observaban con indignación. Esa ovejita gris ya no está, y el rebaño de
ovejas negras lanza por fin balidos de alivio. ¡Adónde iremos a parar, si ya ni
tonos grises nos quedan!
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