Carlos
Taibo, a propósito de lo escrito ayer, se pregunta: “¿Alguien acierta a
imaginar a Fernando Pessoa orondo y satisfecho, bien comido y residente en una
mansión con jardín en Cascáis?” (Como si
no pisase el suelo, p. 114). A Pessoa seguramente no, pero a mí, durante
algún tiempo, tendrán que imaginarme así: orondo y satisfecho, bien comido y
residente en una mansión con jardín en Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario