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jueves, 20 de septiembre de 2012

Cómo influir en la humanidad


Vuelvo a Pío Baroja; en este caso en diálogo con un anarquista político y dinamitero que lo interroga acerca de si no piensa que los hombres van hacia la igualdad:

Quiá, al revés, vamos a la diversidad; vamos a la formación de nuevos valores, de otras categorías. Claro que es inútil actualmente, y además perjudicial, que un duque, por ser hijo de un duque y nieto de otro y descendiente de un cobrador de gabelas del siglo XVII, o de un lacayo de un rey, tenga más medios de vida que un cualquiera; pero, en cambio, es natural y justo que Edison tenga más medios de vida y de cultura que ese cualquiera (Pío Baroja, Comunistas, judíos y demás ralea, p. 95).

"Pero, entonces --replica el anarquista--, se va a la formación de otra aristrocracia". "Sí --responde Baroja--; pero de una aristocracia cambiante en consonancia con las aristocracias de la naturaleza". Este aristocratismo barojiano es polémico, y nunca se ha dado, que yo sepa, en la práctica. Pero aquí viene lo que me interesa, lo que trasunta verdad e inteligencia, y el motivo principal por el que no me quiero despegar tan fácilmente de este pensador que acabo de descubrir este año. Porque al contestarle su interlocutor que tal porvenir aristocrático, tal aristocracia ilustrada, le parece una desigualdad, una cosa que habría que evitar, responde Baroja con estas palabras que no han pasado a la historia simplemente porque la historia, la historia de las ideas, está escrita frecuentemente por gentes que no merecen escribirla:

¡Evitar! Es imposible. La humanidad lleva su marcha, que es la resultante de todas las fuerzas que actúan y que han actuado sobre ella. Modificar su trayectoria es una locura. No hay hombre, por grande que sea, que pueda hacerlo. Ahora sí, hay un medio de influir en la humanidad, y es influir en uno mismo, modificarse a sí mismo, crearse de nuevo. Para eso no se necesitan bombas, ni dinamita, ni pólvoras, ni decretos, ni nada. ¿Quieres destruirlo todo? Destrúyelo dentro de ti mismo.

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