Ludwig Wittgenstein, Conferencia sobre ética
“Es claro que la ética no
se puede expresar”, dice Wittgenstein en su Tractatus
(§ 6.421), y por eso no puede haber proposiciones
éticas, porque “las proposiciones no pueden expresar nada más alto” (a las
proposiciones mismas) (§
6.42). Pero yo no creo que se refiera a todos
los tipos de proposiciones éticas, sino solo a las que incluyen la palabra deber. Digo esto porque seguidamente
aclara:
Cuando se asienta una
ley ética de la forma «tú debes...», el primer pensamiento es: ¿y qué, si no lo
hago? Pero está claro que la ética nada tiene que ver con el premio y el
castigo en sentido ordinario. Esta pregunta por las consecuencias de una acción
tiene que ser, pues, irrelevante (§ 6.422).
De modo que las
proposiciones que no pueden existir en la ética son las del tipo “tú debes
hacer tal cosa”, “tú no debes hacer tal cosa”. Otro tipo de proposiciones, como
por ejemplo “tal señor es bueno”, estarían permitidas y tendrían sentido. Tal vez no resulte lingüísticamente expresable lo que significa la
palabra bueno en una proposición así, pero por más que el predicado de la oración no esté claramente
definido, la oración en su conjunto sí tiene sentido y puede ser verdadera o
falsa. De lo que no se puede hablar es de la acción ética, la cual, cuando es realmente ética, es irracional
(solo cabe mostrarla, y con solo
percibirla, sin analizarla, descubrimos su eticidad). Pero de los motivos de esa acción, es decir, de los
valores que la persona posee y que la obligaron a realizar la acción, de eso sí
puede hablarse. De hecho, todo el tiempo estamos hablando de valores, y eso es
hablar de ética.
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