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domingo, 26 de junio de 2011

¿Por qué Nietzsche es el pensador filosófico más leído en la actualidad?

Distinto, completamente distinto del de Hegel [ver la entrada del día de ayer] es el caso de Nietzsche, de quien he leído en estos últimos días (gracias, nuevamente, a la buena voluntad de Ángel) su Genealogía de la moral. No es distinto, claro está, porque haya podido Nietzsche arrancarle algún pelo de verdad a Dios; ni por asomo logró esta epopeya. No es distinto por el fondo (o tal vez sí, sólo que no tengo idea de cuál es el fondo del pensamiento de Hegel), sino por la forma. ¡Qué agradable resulta la lectura de este ensayo!, ¡qué de sugerencias nos transmite, por más que sospechemos que la mayoría de los conceptos allí vertidos, sobre todo el concepto central, no se corresponden, o se corresponden tangencialmente, con la verdadera realidad psicológica del ser humano! ¡Qué bien --digámoslo con todas las letras-- escribía este señor, por más que sospechemos que la razón no estaba de su lado y que la virtud, sea como la entendía él o como la entiendo yo, tampoco! Tenía sí la virtud de saber expresar su pensamiento, por diabólico que fuera, de modo divino, y eso fue lo que lo llevó a la fama, pues es mucho más placentero para la mayoría de los lectores (y aquí me autoincluyo) el ejercer su condición a través de una obra retóricamente deslumbrante y errónea que a través de otra certeramente fría y abstracta. El tema pasa, desde luego, por dejarse deslumbrar sin perder nunca de vista el sendero que nos conduce a buen puerto. Deslumbramiento sí, mareamiento no.

¿Qué fue lo que hizo que Nietzsche se convirtiera en el escritor y aun en el pensador favorito de miles y miles de personas en todo el Occidente? ¿Fue su ateísmo, su anticristianismo?, ¿su desprecio por la seguridad, la comodidad y demás valores burgueses?, ¿su insistencia en que no es la razón, sino los instintos primarios y la espontaneidad del hacer lo que se quiera y no lo que se deba, los mejores y más convenientes guías de nuestra conducta? Todo esto, ciertamente, contribuyó a engrandecerlo, pero Nietzsche nunca hubiera llegado a ser Nietzsche de no ser por la pasión con que recubría éstas sus obsesiones, por la calentura, por la fiebre con que escribía. Pensadores ateos hubo a montones, y aun que se jactaban de su ateísmo. Sartre por ejemplo; pero ¿alguien lo lee? Anticristiano era Feuerbach, y ¿quién lo conoce hoy en día? Y lo mismo con los cínicos criticones del statu quo y con los irracionales existencialistas: tendrán más o menos éxito literario algunos, pero nunca la fama desmedida y a veces idolátrica del martillero de la filosofía. Escribir con pasión es algo que muchos pensadores han hecho a lo largo de los siglos, pero lograr que los escritos de uno rezumen pasión... Eso es lo que no se ve todos los días.

La fórmula del éxito, no ya del éxito literario y seudofilosófico sino la del Éxito con mayúscula sería entonces la siguiente: Escribir de tal modo que nuestros escritos puedan rezumar pasión y razón a la vez. Forma nietzscheana con fondo tolstoiano; ¿podré lograrlo algún día?

3 comentarios:

  1. Son muchos los motivos por los cuales Nietzsche es un autor tan presente. Miles de comentadores tienen su interpretación acerca de lo que Nietzsche escribió. Desde mi humilde opinión creo que es actual su filosofía porque presagió nuestro tiempo, nuestro vaciamiento de sentido, nuestro mundo de control comunicativo, las relaciones de poder que están ya explícitas y que ni se esfuerzan por enmascararse. Muy buen aporte, saludos!

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  2. Creo más que conveniente decir que el supuesto ateísmo de Nietzsche, según el autor de éste articulo, aún es cuestión de debate ya que hasta sus mayores interpretes, como el mismo Heidegger, llegan a situarlo en un panteísmo; de tal manera es muy apresurado situar a Nietzsche como ateo, además, en general se entiende mal su crítica religiosa cuando en ultimas lo que él intentaba hacer era eliminar la tradición metafísica occidental ¡Cosa que me parece muy adecuada! Ahora bien, debo decir varios aspectos que me parecen muy importantes de mencionar: No hay una verdadera -ni única- realidad sicológica en el ser humano. Esto es afirmar una universalidad de valores para todo aspecto (por ejemplo cuestiones morales), cosa con la cual la modernidad, desde Descartes, arremete debido a la importancia del carácter subjetivo que se tiene en nuestro tiempo.
    Otro punto es que Nietzsche hace uso particular en su obra de la lógica paraconsistente y que su uso retórico es un uso que se da de forma poética, pero lo cual no va de la mano con la concepción peyorativa de la retorica. La lógica paraconsistente no acepta el principio de no-contradicción y por ello ni su obra, ni la biblia, ni el mismo Borges pierden credibilidad por hacer uso de aquella forma lógica y por ese punto en particular no se puede hablar de “[...] una obra retóricamente deslumbrante y errónea”.
    No soy un experto en las obras de Nietzsche, pero en lo poco que conozco de su obra jamás me he encontrado con una aceptación porque se haga lo que se quiera y no lo que se deba. Tengo entendido que Nietzsche nos habla de unos valores que se dan, gracias a la misma transvaloración de los valores, por épocas, culturas, razas, y de ello podemos encontrar un encausamiento para actuar de una manera que se podría denominar correcta. Se elimina la supra-valoración que se tenía gracias a la tradición metafísica, pero no con ello se elimina una manera correcta de actuar; pero todo lo anterior, debo decir, no hace parte más que de mi simple interpretación de su filosofía.
    Por último debo decir que en nuestro tiempo encontramos una gran cantidad de personas que leen obras escritas por personas ateas y anticristianas –y van en aumento-. Sartre tiene una gran vigencia en la actualidad y su existencialismo y sobre los cínicos tienes razón, sobre ellos no encontramos un gran número de lectores de sus obras, pero es porque ellos eran muy reacios a la escritura, por ejemplo de Diógenes de Sinope no tenemos ningún texto que se sepa que es de él, solo algunas dudas, pero encontramos una infinidad de textos sobre la vida del perro de Atenas.

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  3. Cornelio Cornejín28 de junio de 2011, 15:24

    Gracias por tu aporte. Las discrepancias enriquecen a la filosofía. Mi postura en relación a la relatividad de los valores morales es opuesta a la tuya. Es similar a la que adoptara Nicolai Hartmann en su libro Introducción a la filosofía, en el capítulo relacionado a la ética. En el tema de la relatividad de los valores morales, ese es mi punto de vista, por si tienes deseos de averiguarlo. Un abrazo.

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