La naturaleza
del mal está en el mundo como un blanco puesto para adiestrarnos y no para
hacernos errar.
Epicteto, Enquiridión, XXXIV
Nuevo
argumento en defensa de un dios que permite la maldad en el mundo, sin que por
ello tenga que tildárselo de sádico o de impotente. Lo encontré buceando en
internet:
Un profesor
universitario retó a sus alumnos con esta pregunta.
-¿Dios creó todo lo que
existe?
Un estudiante contestó
valiente:
-Sí, lo hizo.
-¿Dios creó todo?
-Sí señor, respondió el
joven.
El profesor contestó:
-Si Dios creó todo,
entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que
nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo. El
estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba
de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó
su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una
pregunta, profesor?
-Por supuesto,
respondió el profesor.
El joven se puso de pie
y preguntó:
-¿Profesor, existe el
frío?
-¿Qué pregunta es esa?
Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El muchacho respondió:
-De hecho, señor, el
frío no existe. Según las leyes de la
Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo
u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor
es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es
la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes,
incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para
describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.
-Y, ¿existe la
oscuridad?, continuó el estudiante.
El profesor respondió:
-Por supuesto.
El estudiante contestó:
-Nuevamente se
equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar,
la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz
blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes
longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas
e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan
oscuro está un espacio terminado? Con base en la cantidad de luz presente en
ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado
para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.
Finalmente, el joven
preguntó al profesor:
-Señor, ¿existe el mal?
El profesor respondió:
-Por supuesto que
existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia
en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante
respondió:
-El mal no existe,
señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de
Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado
para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el
amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que
la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío
cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
Entonces el profesor,
después de asentir con la cabeza, se quedó callado.
Se
dice que la historia es verídica y que su protagonista --el alumno-- fue Albert
Einstein, pero esto me parece altamente improbable. Y el argumento, desde
luego, no es concluyente, porque no es del todo lícito extrapolar tales
conceptos científicos hacia la cuestión de la moral o la ética. No es
concluyente, digo, desde el punto de vista lógico, pero en sentido alegórico es
fascinante...
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