Continúo con el geronte Schopenhauer:
Puesto que las obras de los genios son
reconocidas frecuentemente de una forma tardía, rara vez son gozadas por sus
contemporáneos con la frescura del colorido que le presta la actualidad y el
presente, sino que, al igual que los higos y los dátiles, lo son más bien en
condiciones secas que frescas (El arte de
envejecer, § 127).
Una obra genial está por salir a la calle:
mi Pessoa y yo. Tendrán los
argentinos la oportunidad de gozarla fresca, no sé si la aprovecharán.
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