Morir
significa volver al lugar de donde uno ha venido. ¿Qué hay allá? Seguramente
algo bueno a juzgar por esos seres maravillosos, los niños, que vienen de allí.
León Tolstoi, Diario íntimo, 6/5/1908
Como solo los ancianos y los niños viven
la vida libres del deseo sexual, por eso "resulta tan repugnante el
libertinaje en los ancianos y en los niños" (17/3/1907). Si me hubiera
visto Tolstoi en mi primera edad, cuando antes casi de caminar ya montaba la
baranda de la cuna, realizando el clásico "caballito" con el que
desesperaba a mis pobres padres, hastiados de tan inconveniente y repetitivo
espectáculo, si me hubiera visto el conde Tolstoi se habría horrorizado.
La educación y la cultura quedan
exoneradas: vine mal de fábrica.
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