La idea del incesto ¿es un tabú social o una
repulsión programada genéticamente? La etología se inclina por lo segundo:
La supresión de la
consanguinidad [...] está bien desarrollada en toda clase de animales, desde
las moscas del vinagre hasta los roedores y, por supuesto, los primates. Es
algo así como un mandamiento biológico para las especies que se reproducen
sexualmente. En los bonobos, los apareamientos entre padres e hijas quedan
excluidos porque las hembras abandonan el grupo natal cuando llegan a la
pubertad [...]. Y el sexo entre madres e hijos está completamente ausente
[...]. Es la única combinación de apareamiento que no se da en la sociedad
bonobo. Y todo esto sin tabúes culturales de ninguna clase (Frans de Waal, El bonobo y los diez mandamientos, pp.
80-1).
No tenemos relaciones sexuales con nuestros padres o hijos porque una
recombinación genética de esa naturaleza tiende a perjudicar a la especie.
Tenemos el ejemplo de los neandertales, que según las últimas investigaciones,
probablemente se extinguieron debido a la endogamia[1].
Puede que el incesto sea un tabú cultural, pero es un tabú respaldado
genéticamente y que no conviene soslayar (excepto si la relación sexual carece
de fines reproductivos).
[1] Véase la nota del periódico mexicano El Imparcial, edición electrónica del 29/9/15, "La endogamia
como factor de la extinción de los neandertales" (https://www.elimparcial.es/noticia/156384/la-endogamia-como-factor-de-la-extincion-de-los-neandertales.html).
También se especula que la dinastía de los Habsburgo desapareció debido, entre
otros factores, a la endogamia (http://www.dnadidactic.com/blog/el-ocaso-genetico-de-una-dinastia/).
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