A punto estuvo Julio Camba de tornarse filósofo en su
paso por Alemania, pero se asustó de las consecuencias y se marchó:
Si yo no me he
vuelto completamente sabio en Alemania, mi trabajo me ha costado. Últimamente,
me noté síntomas así como de ir adquiriendo un criterio científico para todas
las cosas. Entonces me entró una gran aprensión y me fui. Me fui a reponerme de
ligereza y de trivialidad, así como los médicos y los catedráticos vienen a
reponerse de pesadez y de ciencia, porque es preciso cuidarse (“Kultur”,
artículo incluido en el
compendio Alemania).
Yo también intenté, en el
2011, estudiar para sabio, esto es, para profesor de filosofía, pero comprendí
a tiempo que tal “criterio científico” y tal solemnidad en la escritura, que es
lo que pretenden inculcarle a los alumnos en esos foros, no es algo que la
filosofía, per se, necesite, y a mí
en particular me dificultaba notablemente mis disquisiciones. Aborté a tiempo y
acá estoy, carente de cientificismos, de solemnidades y de sabidurías.
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