Para el primer biógrafo de Pessoa, “el
amor por Ofelia fue una momentánea transigencia con la sinceridad convencional
del hombre al que la soledad, la avidez de ternura, la necesidad de una familia
apremiaban por todos lados” (JGS, p. 362). El destino, según Simões, salva la futura obra de Pessoa y lo
rescata de la “cobarde transigencia” que estaba a punto de cometer
comprometiéndose con Ofelia, enviándole de regreso a Lisboa a su querida madre
que había enviudado por segunda vez. La convivencia con su madre y hermanas le
devolvió el espíritu familiar que buscaba en Ofelia. A medida que se aferraba a
su madre (“su verdadero y único amor”, dice Simões) se desaferraba de Ofelia,
hasta que finalmente la dejó. La libido de Pessoa “estaba dominada por la
representación inconsciente de la madre” (ibíd., p. 373). La teoría de Simões
es la de que si no fuera por el regreso de su madre, Pessoa habría sucumbido a
los burgueses encantos del matrimonio y se habría casado con Ofelia, y el genio
literario, a partir de ahí, habría desaparecido. Esta hipótesis, por jugar con
hechos que no son hechos porque nunca sucedieron, no puede ser corroborada, mas
no por eso hay que desdeñarla. Tal vez Pessoa corrió peligro de muerte allá por
los años 20, no el hombre sino el artista, y su madre lo rescató. Si este es el
caso, habrá que decir que la muerte de su padrastro no pudo ser más oportuna.
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