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lunes, 4 de noviembre de 2019

El canto de Gallo


Creo que el SIDA es tan falso como el virus del SIDA y el científico que lo parió. Creo que los métodos usados para su diagnóstico no son más que una pantomima científica cuyo objetivo no es otro que el de crear culpables y al mismo tiempo ganar suculentas cantidades de dinero. Creo que la industria farmacéutica produce muchos más enfermos que los que cura. Creo que la mayoría de los gobiernos del mundo conocen estos hechos y no hacen nada para evitarlos porque son subordinados directos de estas grandes multinacionales del horror. Creo que los canales informativos no son más que voceros de un poder establecido con unos intereses subordinados a estos grandes magnates. Y creo que la gente es conformista, cómoda y crédula y es capaz de ir directamente al matadero porque así se lo dice el poder establecido a través de los medios de comunicación.
Antonio Trillo, Descodificando el sida

Según Robert Gallo, “en el caso del HIV, la gran mayoría de las personas progresa al sida”[1]. ¿Es esto cierto? Parece que no. En los Estados Unidos —país de Gallo—, el número de seropositivos ha permanecido constante en un millón desde la aparición de la prueba generalizada de anticuerpos al VIH (1985). Sin embargo, en el 2016, siendo los infectados un total de 1.008.929 individuos, “murieron 15.807 personas con infección por el VIH diagnosticada en los Estados Unidos. Estas muertes pudieron deberse a cualquier causa” (CDC, “El HIV en los Estados Unidos”[2]). Nótese, primero, que las muertes que aparecen en la estadística “pudieron deberse a cualquier causa”, es decir que se incluyen también los accidentes, suicidios, etcétera, que no corresponde anunciar como muerte causada por el sida; y segundo, que el millón de personas a que alude la estadística tenían infección HIV diagnosticada, lo que implica que no se incluyen los casos no diagnosticados, es decir, quienes no se realizaron el test de HIV, con lo que la cifra de un millón de infectados, si incluyésemos a los no diagnosticados, seguramente se duplicaría o triplicaría. Pero supongamos que las 15.807 personas murieron efectivamente por causa del sida y que los infectados por HIV en los Estados Unidos son tan solo un millón: aun así, las muertes en el año 2016 corresponderían al 1,58% de los infectados. No creo que este porcentaje sea compatible con la afirmación de Gallo respecto de que el HIV progresa hacia el sida en la gran mayoría de las personas infectadas. Gallo suele situarse al amparo de intrincadas estadísticas y extensos estudios de campo para que los profanos, los legos, los no especializados no podamos refutarlo. Aquí, sin embargo, las estadísticas son tan claras y tan sencillas que no dan cabida a ninguna interpretación tendenciosa.
“Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces”, le dijo Jesús a Pedro. Gallo viene cantando sus mentiras desde hace treinta y cinco años, y yo las seguiré negando, una vez, dos veces, tres veces y tantas veces como sea necesario hasta que Gallo anochezca.

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