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viernes, 1 de noviembre de 2019

El sida y los antibióticos de uso cotidiano


Los primeros “casos tipo” detectados de sida a principios de los años 80 correspondieron a cinco treintañeros homosexuales de San Francisco. Estos pacientes (de los que solo murieron dos)

habían sido tratados con una medicina contra la neumonía llamada Septrim o Bactrim, que impide la formación del ADN (código genético de la vida) y produce inmunodeficiencia. [...]
El Septrim–Bactrim ataca a las mitocondrias o “pulmones” de las células. Afecta seriamente a una molécula fundamental llamada ATP. Las mitocondrias sufren mutaciones en su ADN (código genético), lo cual debilita el sistema inmune. [...]
El Bactrim es un antibiótico que tomado todos los días puede causar incluso la muerte. Las advertencias del fabricante así lo avisan en las Referencias del escritorio médico (PDR, Physician´s Desk Reference) (Luis Campos, La macroestafa del sida, p. 68).

Recuerdo que cuando niños, mi madre nos suministraba, a mí y a mis hermanos, este jarabe toda vez que presentábamos un cuadro gripal o un poco de tos. El amor, librado a su suerte, si no se contrapesa con investigación e inteligencia, puede ser inmoral.

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