Vistas de página en total

martes, 29 de octubre de 2019

La trampa del AZT


La azidothimidina (AZT) sigue siendo el medicamento preferido [...]. Recientemente se ha reducido a la mitad la posología media aconsejada, cosa que evidentemente reduce el precio del tratamiento y al parecer disminuye los efectos tóxicos sin alterar los efectos terapéuticos. [...] Se espera que la toma regular de ese medicamento ejerza una influencia benéfica sobre la evolución de la infección en los seropositivos.
Mirko Grmek, Historia del sida (1990), prefacio

Un médico que no quiso identificarse le escribió estas palabras a Luis Campos en el 2009:

Soy médico y me gustaría aportar la siguiente evidencia. Hace aproximadamente 10 años atendí profesionalmente a 12 pacientes diagnosticados de sida. Independientemente de si realmente existe el virus o no, de si realmente tiene capacidad infectiva o no, de si cumple los postulados de la virología o no, de si se trata de una mutación de retrovirus inofensivos o no, de si es un arma biológica con intención “genocida” o no, de si está relacionado con los experimentos de la vacuna de la polio cultivada en riñón de mono contaminado llevados a cabo en África o no, etc, etc…. de lo que sí puedo dar fe, (y esta es la evidencia que deseo aportar) es que los pacientes que tomaron AZT (porque no aceptaron nuestro consejo) están todos muertos, y los que no lo tomaron están todos vivos y “sanos” (citado por Luis Campos en La macroestafa del sida, p 33-4).

Diez años pasaron, y hoy existe consenso respecto de que el AZT era más dañino que benéfico para la salud de los enfermos de sida[1]. ¿Se repetirá la misma historia en el 2029 con los antirretrovirales que se recetan hoy en día?


[1] El consenso no es general. Robert Gallo, en el 2006, lo seguía defendiendo: “Los investigadores y clínicos del SIDA no afirman que el AZT es un medicamento perfecto; indudablemente puede y causa efectos secundarios. Como con la mayoría de los medicamentos utilizados para tratar, por ejemplo, el cáncer, el índice terapéutico para el AZT es menos que ideal, pero los peligros de no tratar la infección por VIH superan con creces los riesgos de hacerlo. AZT, por lo tanto, sigue siendo un fármaco muy útil para la terapia del VIH” (Robert Gallo y otros, “Errores en el artículo de Celia Farber de marzo de 2006 en la revista Harper”, artículo disponible en internet).

No hay comentarios:

Publicar un comentario